La técnica del matte painting o de las maquetas pintadas en cristal ha sido siempre una de mis favoritos en el  campo de los efectos especiales. Desgraciadamente nunca he tenido la oportunidad de realizar un trabajo de este tipo para  algún largometraje. Tuve la suerte, eso si, de colaborar en un par de ocasiones con el pintor y maquetista Emilio Ruiz, siendo testigo de la realización de varias pinturas en cristal y chapa.  En algún corto si he podido hacer este tipo de trucajes, aunque no en directo como lo hacía Emilio Ruiz, sino incorporando la pintura en postproducción por medio de programas de  retoque digital como afterffects. Eso si, las pinturas me gusta hacerlas al estilo tradicional, con brocha y pincel.

Hace un par de años comencé a pintar replicas de matte paintings de películas simplemente por el placer de pintar y para practicar. Este tipo de trabajo de replicas lo he hecho para alguna exposición o para acompañar  una conferencia como en la III muestra de cine Fantástico y de terror de Zaragoza. También he realizado algunas replicas para la exposición de cine organizado por el ayuntamiento de Daganzo en Madrid.  Si hay algún fanático de estos trucajes que sueñe con tener una replica de uno de sus matte paintings favoritos, que sepa que realizo trabajos de este tipo para particulares por un precio bastante aceptable.

Acompaño las  fotos de las pinturas con una pequeña imagen de la película.

La primera replica que hice fue de una pintura en cristal de la versión de Drácula de la Hammer (Terence Fischer, 1958)

Un par de replicas mas de películas de terror de la Hammer.

La maldición de Frankenstein (1957)

La maldad de Frankenstein (1964)

El valle de Gwangi (1969) Replica de un matte painting que mostraba la entrada al valle perdido. La pintura original  completaba la parte superior del valle, que se rodó en la ciudad encantada de Cuenca.

El viaje fantástico de Simbad (1973) replica de una pintura de Emilio Ruiz que completaba un decorado construido en tres Cantos.

Otra replica de una pintura de Emilio Ruiz, esta vez para la película  No profanar el sueño de los muertos (1972) de Jorge Grau.

Dos  replicas de pinturas en cristal de una de mis películas favoritas. King Kong (1933)

Replica de una de las numerosas pinturas matte que aparecen en Superman (1978)

Trabajando en el taller de Colin Arthur tuve la oportunidad de colaborar en varios cortometrajes realizando algunos trabajos de FX.  La primera vez que hice ilustraciones y diseños para un corto fue de la mano de Antonio Garcinuño. Había entrado a trabajar con Colin hacía poco y me habló de un proyecto de corto  de un amigo suyo.  El quería encargarse de los efectos de maquillaje y  me ofrecí a ayudarle. Me dejó el guion y vi que tenia bastante trabajo.  Le propuse hacer unas ilustraciones.  Había una secuencia en la que un hombre sobre una camilla, entraba en convulsiones y de su vientre surgía una especia de pequeño feto que caía al suelo.  La extraña forma envuelta en una bolsa se iba agrandando rápidamente y tomando forma humana , hasta que finalmente  se dejaba ver claramente entre  la sangre y los líquidos, un cuerpo de chica.  Hice unos dibujos en secuencia de este efecto, que era el mas complicado del corto. De hecho  Antonio y yo no teníamos muy claro como  hacerlo, pero estábamos dispuestos a intentarlo.

también había un plano general de una prisión enorme y futurista enmarcada en  un paisaje desértico. Propuse hacer una maqueta y para ello realicé una ilustración de la  prisión con la fantástica idea en la cabeza de hacer algo al estilo de lo que hizo Emilio Ruiz para Dune.

Antonio y yo esperamos a tener noticias del comienzo del corto, pero pasó el tiempo y me temo que no consiguieron financiación.  Era un corto de genero fantástico y no especialmente barato y por desgracia no llegó a materializarse. Pero ahí queda el trabajo de ilustración y diseño.

Por el año 2002, había escrito un guión a medias con Juan Piquer para una película de terror de bajo presupuesto. Habíamos reescrito varias versiones y  Piquer se lo dejó leer a un par de productores y amigos suyos para ver si  se podía conseguir financiación. Por desgracia el proyecto no  parecía ponerse en marcha y Juan Piquer me habló de otro proyecto que le gustaría preparar. La adaptación de una novela titula “La casa en el confín de la Tierra” de William Hope Hogdson. Me dejó la  novela y me entusiasmó. Le dije que habría que escribir el guión y me animó a comenzar. Yo lo hice y en un par de  meses teníamos ya el primer borrador.  En la novela aparecen unos seres semi-humanos  medio jabalíes, que viven en cuevas bajo tierra.  A Juan Piquer   le preocupaba su aspecto y como se podrían hacer. Modelé una maqueta de la criatura.  Lo hice bastante sencillo para que fuese un hombre con  maquillaje, garras y pezuñas.

Poco después Juan Piquer se fue a Valencia como subdirector y más tarde director de la Mostra de cine. El proyecto se quedó paralizado, pero unos años después,  en el 2008 Juan, estando en Valencia se mostró interesado por rescatar ese proyecto e intentar ponerlo en marcha. Me pidió una copia de la última versión del guión y se la mandé.

Para presentar el proyecto, realicé varias ilustraciones a color.

Hice varios diseños de las criaturas, ya que debería aparecer una que tuviese un aspecto más bestial que las demás.

Parte de la acción se desarrollaba en cuevas y galerías subterráneas. Juan Piquer tenía bastante experiencia rodando en cuevas reales  y decorados de cavernas y sabía sacarle bastante partido a  los trucajes con maquetas y falsa perspectiva.  La idea era crear parte en decorados a tamaño real y parte en miniatura.

Este guión pensó en mandárselo a los de Filmax, una vez que hubiese dejado La Mostra. Por desgracia no hubo tiempo, al poco de desvincularse del festival,  Juan fue apagándose lentamente hasta que falleció un año después. El proyecto se quedó en el Limbo.  Particularmente me parece una novela muy  adecuada para llevar al cine y con un presupuesto apropiado podría hacerse una gran película de terror y acción.  Pero en España no abundan los productores interesados en este género de cine. JuanPiquer será recordado como uno de los pocos valientes que lo intentaron.