El productor José Magan se puso en contacto conmigo para ver si podía colaborar en su proyecto de una película de ciencia-ficción. Me mandó el guión de Juan Miguel Aguilera y me lo leí entusiasmado. Me apunté al proyecto, en que debía realizar una veintena de extraterrestres momificados. Debían tener un aspecto humanoide con algunos rasgos diferenciados como cráneo mas abultado, ojos grandes etc.
Lo primero que hice fue unos bocetos dela cabeza de la momia marciana y un mini storyboard de los planos en los que el astronauta descubre a los momificados habitantes de Marte.
Soy de la opinión que mas allá de unos buenos bocetos o ilustraciones, no haya nada mejor que una maqueta en tres dimensiones (reales no digitales) para que el director pueda visionar perfectamente lo que le presentas. Por lo tanto modele en plastilina una momia en miniatura y talle un pequeño escenario recubierto de escayola y pintado todo con barro rojizo, ya que ese debía ser el color predominante de los túneles de Marte. Al productor le encantó la maqueta y se la llevo a Valencia para que la viese la directora María Lidon.
Yo propuse hacer cuatro momias en diferentes posiciones y variarlas para tener la veintena. Pero por desgracia le presupuesto era realmente restringido. Para hacer este trabajo conté con la ayuda de mi amigo Antonio Garcinuño, otro de los antiguos colaboradores de Colin Arthur.
Debido al reducido presupuesto solo pude modelar una cabeza de momia.
Hicimos un torso y unas piernas en porexpan. Tomamos un molde de escayola de todo ello para sacar reproduciones en látex y espuma d e poliretano. Para los brazos tomamos un molde de escayola de los brazos de los monjes templarios momificados de las películas de Amando de Ossorio. Antonio había visitado a Ossorio en los ochenta y este le había regalado una cabeza y dos brazos de los templarios. Nos pareció divertido resucitar a los templarios y mandarlos al espacio convirtiéndoles en momias extraterrestres en Marte.
De aquellos moldes sacamos una veintena de reproducciones a las que íbamos haciendo variaciones . Al ensamblarlas colocábamos los miembros en diferentes posiciones. Llegó un momento en que teníamos el pequeño taller en que trabajamos lleno de cadáveres momificados.
Hicimos una copia de más para quedárnosla nosotros. Las demás se las llevaron en camión a Valencia. Pasé allí una semana en el rodaje de los planos de las momias ayudando al equipo de arte en el acoplamiento final de los decorados. También me pidieron que hiciese de doble de Joaquim de Almeida. El actor Portugués se marchó y aún quedaban algunos planos generales en los que debía aparecer con traje puesto. Después de haber hecho de cocodrilo y de robot autómata, añadí a mi corta carrera de actor el personaje de astronauta.
Las momias en el set.